
Práctica 2
Descripción
El objetivo de esta práctica es aplicar nuestros conocimientos teóricos, tanto de intervalos, tonalidades, escalas, armaduras, acordes... para lograr componer una pequeña melodía de cinco compases, acompañada de una base armónica sencilla, o dicho de otra forma, de una serie de acordes tríadas.

Pasos a seguir (Este modelo que aquí proponemos para componer no es único ni exclusivo, lo proponemos por su sencillez y eficacia)
1. Preparación: Necesitaréis de papel pautado y en él crear con una llave un sistema de dos pentagramas (quien domine las dos claves, que escriba arriba en clave de sol y abajo en clave de fa). Además, os ayudará utilizar tu instrumento musical para probar la melodía. También podéis componer directamente en la editor de partituras Noteflight, con la ventaja de poder escuchar tanto la melodía como los acordes. Nuestra obra estará formada por cinco compases de 2/4 y la tonalidad será la misma que escogisteis para la tarea de la semana pasada.

2. Invención de un ritmo y elección de una base de acordes . El ritmo es totalmente libre, podéis incluir cualquier figuración rítmica que hayamos estudiado en clase, desde negras y corcheas hasta tresillos, síncopas, contratiempos...
En cuanto a la elección de los acordes, para que no sea totalmente aleatoria, deberemos tener en cuenta que los acordes mayores darán brillantez y los menores oscuridad, y sobre todo tener en cuenta la función que desempeña cada uno dentro de la tonalidad, siendo:
- Función de reposo y estabilidad: I , III, VI
- Función de inestabilidad y tensión: V, VII
- Función de cambio de color, preparación a la dominante: IV, II
Asignáis uno a cada compás, siendo obligatorio empezar con acorde de I (Tónica), y los escribís en el pentagrama inferior en estado fundamental o en alguna inversión si los preferís.

I II III IV V VI VII
Acordes de la escala de Do Mayor. Aplicables a cualquier otra escala mayor.
3. Composición de la melodía: Una vez hemos creado un ritmo y hemos asignado un acorde a cada compás, llega el último paso: la elección de las notas. Las reglas son tan sencillas como estrictas:
- Como estamos en un 2/4, las figuras que coincidan con la caída del pulso (en un 2/4 tenemos 2 pulsos de negra por compás) deberán ser escritas obligatoriamente con una nota de las tres que forman el acorde que hayamos elegido para ese compás.
- Las figuras que no coincidan con la caída del pulso pueden ser elegidas con total libertad.

I II V IV
Las notas subrayadas son las que coinciden con la caída del pulso y por tanto las que obligatoriamente tienen que pertenecer al acorde.
4. Comprueba el resultado: Si tu instrumento lo permite porque es polifónico (piano, guitarra...) puedes probar tu obra, ya sea tocando la melodía y los acordes simultáneamente o por bien por separado, grabando una voz en audio y encima de la grabación tocando la otra voz por encima. Si no estás satisfecho con algo siempre estás a tiempo de cambiarlo.
Una vez finalizada lo recomendable es pasarlo a Noteflight si la has compuesto en papel y guardar la partitura en pdf y también en archivo de audio.
Algunos trucos
Al igual que ocurre al escribir un libro, pintar un cuadro o diseñar un edificio no existe una única forma de hacerlo, pero sí que hay unas pautas establecidas que nos ayudan a lograr un resultado de calidad.
Para este práctica recomendamos:
- Buscar la sencillez en el ritmo, la elección de acordes y la melodía si no nos vemos muy sueltos todavía. No será la última práctica de composición y tendréis tiempo de realizar otras más elaboradas.
- No se recomiendan saltos bruscos con grandes intervalos en la melodía (saltos de séptima, de sexta...) a no ser que lo hayáis decidido a propósito para crear un efecto más inestable. Las melodías con pocos y pequeños saltos dan más sensación de estabilidad y firmeza.
- Podéis poner los acordes del acompañamiento en otro estado que no sea el fundamental. Cuando un acorde se invierte también se altera su sonoridad y se pueden conseguir efectos diferentes jugando con la primera y la segunda inversión.
- Hay que tener en cuenta que siguiendo las normas es imposible que la obra suene "mal" al oído, por lo que no hay que preocuparse en exceso por el resultado final.