"El órgano y Hans Zimmer", por Jesús Morata
- ricercare
- 3 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Esta reseña es quizá la más profunda e intensa que se haya tratado en nuestro variopinto blog hasta la fecha. Los culpables: una música titánica para una película que nos toca y de qué manera la fibra sensible.

Ya prefiramos mantener cerrada la Caja de Pandora de nuestros dilemas existenciales. Ya pasemos rápido y de puntillas sin reparar en detalle o cuestión alguna. Ya pongamos la mente en blanco y cerremos los ojos, habrá a toda certeza un factor determinante que sobrecogerá nuestros corazones.
Ese elemento no serán las palabras, a pesar del tono oscuro y un tanto peliculero (nunca mejor dicho) de esta entrada. Ese elemento será la música que emana de los tubos de tan amenazante como majestuoso instrumento.
Gran protagonista para tan grande obra fílmica como lo es Interestellar, de Cristopher Nolan.

No entraremos en spoilers (a no ser que todos la hayamos visto) pero ya os adelanto que no es una película de viajes y aventuras espaciales al uso. En otras palabras, dista mucho de filmes como Gravity o Apolo 13.
Pero. ¿Por qué el órgano? Ese antiquísimo y marginado instrumento enclaustrado en catedrales e iglesias... ¿Por qué en una película futurista y espacial?
En palabras de Adriana Izquierdo, que hace una magnífica review de la Banda Sonora:
Zimmer cuenta que había elegido este instrumento por cómo su apariencia le recordaba a los quemadores de las naves espaciales y cómo la ligereza de su sonido pasando por las tuberías le recordaba a los astronautas y su tan preciado aire (que, por cierto, por esa razón también mantuvo en la banda sonora cada exhalación o inspiración del coro). ` Cooper y compañía. [...]
Además de arrollar las imágenes con su órgano, mantiene un rítmico tic tac en la base de la partitura apoyando así la sensación de urgencia. El viaje interestelar de Nolan está dominado por los sentimientos y el tiempo, y el de Zimmer también. Asimismo apoya la idea de la exploración espacial con trucos de composición que manipulan las notas para que den la sensación de ir siempre hacia arriba en la escala musical. [...]
Esto lo explica muy bien nuestro archiconocido Jaime Altozano en este vídeo que no tiene desperdicio:
Pero, ¿Cómo funciona exactamente un órgano?
Ahora, viajemos por el espacio-tiempo:
“Para ascender hay que dejar algo atrás”
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